Miles de años atrás, cuando no había supermercados, neveras, frezzer, colmados, restaurantes. Mucho más atrás de los comienzos de la ganadería y la agricultura, cuando se tenia que salir a cazar y recolectar. Se era nómada o  se vivía en cavernas, chozas y el método de alimentarse era completamente distinto. El hecho de salir a cazar y recolectar implicaba cierto grado de actividad física moderado-intenso. Incluso más intenso que moderado. Porque el recolectar implicaba caminar por varios kilómetros. Recolectaban  tubérculos, raíces, algunas hojas, frutas y semillas. De igual manera, si fuera en árboles altos para recolectar frutos y semillas se tendría que escalar el árbol, movimiento que sería imposible si se estuviera en sobrepeso-obesidad. Agregándole a eso, al recolectar, irías incrementando peso en tus manos o en el canasto qué tuvieras para poner la recolecta. Eso haría se las caminatas  sean con carga, nada fácil. De igual manera con el hecho de cazar. Dependiendo de lo que fueras a cazar se necesita una estrategia. Desde saber sobre cómo manipular una lanza, hacha, machete, arco y flecha, entre otras herramientas que se usaban. Esto implica estar previamente entrenado para saber cómo usar estas herramientas. Lo que confirma una actividad física por igual moderada-intensa previo a ir por la comida. Más bien, no solo lo hacían por la comida, si no también como medio de supervivencia y seguridad.  Luego de la cazaría debían volver a su tribu o donde fueran, completamente cargados de lo que cazaron. Estas cargas podrían andar desde las 30-150lbs o más, en caminatas de probablemente kilómetros de distancia para llegar a su destino. Cabe destacar que el cazar sería un oficio más intenso que recolectar. El hecho de cazar en algunos casos podría representar un escenario que podría estar entre la vida y la muerte, ya sea por el tipo de animal que fueran a cazar.